Cuando acabamos, nos estaba esperando un autobús a la entrada del muelle para llevarnos primero al Valle de los Reyes, atravesando el puente de Luxor, que se encontraba como 20 minutos al sur del embarcadero. Por eso yo creo que madrugamos tanto, porque pese a estar al otro lado del río, teníamos que desviarnos bastante para llegar.
Cuando llegamos estaban empezando a echar a bolar los globos aerostáticos que sobrevuelan la zona, para los cuales nos ofrecieron levantarnos a las 3am e ir a montar (ni de coña vamos). El autobús nos dejó en el aparcamiento prácticamente vacío, nos dió el guía las entradas básicas del recinto (200L) y nos empezó a explicar un poco en qué consistía un poco el lugar, con una maqueta impresionante del sitio en 3D.
Cuando terminó de explicarnos un poco en qué consisitía todo eso, salimos de la caseta donde estába la maqueta y nos quedamos en una especie de parada de buses, pero no buses normales, sino los típicos búhos turísticos. El guía nos dijo que si queríamos sacar una entrada para alguna tumba extra podíamos, pero que en principio sólo veríamos 3 importantes. Además, para poder hacer fotos o vídeos, se tenía que sacar otro ticket especial.
Nos subimos entonces al trenecito que nos acercaba al comiendo del recorrido dentro del valle, porque es verdad que igual era un paseo de 20 minutos hasta llegar allí, que hicimos en menos de dos. La primera tumba que vimos fue la de Ramsés IV, y cuando llegamosa su altura, nos apartó a un lado donde se encontraba un cartél con los datos de la tumba para poder explicar.
Es verdad que éramos los primeros en llegar, pero con cada minuto que pasábamos en la explicación llegaban más y más turistas, sobre todo los alemanes de la tercera edad, que según llegaban y sin explicación alguna, les soltaban y venga, para dentro.
Nada más entrar ya se empezaban a vislumbrar las priemeras pinturas y colores por todas partes. Mientras tanto un suelo de madera te llevaba hacia abajo, no éramos capaces de quitar la vista de las paredes, era impresionante. El estado de conservación era increíble, pese a no tener ningún tipo de protección en las paredes de ninguna tumba.
Salimos y continuamos un cacho hacia arriba, prácticamente hasta el final del valle, para poder acceder a la útlima de las tres tumbas que entraban con el ticket, la de Tausert/Setnakht. Tenía dos nombres porque era una tumba reutilizada por varias personas.
Nos detuvimos frente al cartél de nuevo para darnos la información relevante al sitio, y al acabar, ya estábamos Rhea y yo preparados para entrar los primeros y poder hacer fotos sin que nadie se pusiera delante. La tumba era rampa recta que iba descendiendo hasta llegar a una sala cuadrada, donde se encontraba uno de los murales más espectaculares de todo el valle, que era un águila con las alas abiertas super bien conservada.
tumba de Ramsés V y VI. Mientras tanto el resto se dedicó a dar vueltar por la zona para hacer tiempo.
Sin esperar mucho más que el tiempo en retroceder hasta ella, nos metimos y ahí me di cuenta que me había quedado sin pases para grabar, y esta se suponía era la mejor de todas para hacer fotos..mierda!!!! ya sabíamos lo que tocaba a partir de ahora, jejeje, hacer fotografía de "estrangis in de night".
En el momento en que estábamos haciendo fotos y videos a esta zona, nos cazó el vigilante, pero este vigilante era de los de segunda clase, es decir, te pillo pero no te digo nada si me pagas al final. Yo le solté 20L pero se me rebotó, y pese a la insistencia de Rhea de que no le diese más, me empezó a agarrar de la camiseta y al final le di 50L. Por las imágenes que conseguimos, bien amortizadas estaban esas libras.
Al acabar y salir, todavía no habían terminado los del globo de visitar las primeras tumbas, así que teníamos todavía algo de tiempo libre para hacer lo que quisiéramos. Pensamos ir caminando hasta una de las tumbas más complicadas, como era la de Tutmosis III. Lo peculiar de esta tumba era que el acceso se hacía mediante unas escaleras que subían unos 20-30m y luego bajaban hacia dentro de la montaña. Según nos contaron era tan estrecha que en verano no se podía ni estar dentro del calor que hacía. Es mas, a la gente con problemas respiratorios o de corazón se les prohibía la entrada por su seguridad (todo para evitar el saqueo).
Lo cierto era que había cientos de tumbas para ver y una lástima que a esta no nos dejasen acercarnos más, a menos que pagases claro. Otra bastante famosa era la de Tutankhamen, que murió con 18 años, pero la riqueza que tenía dentro era descomunal. Nosotros por suerte, pudimos ver parte de esa riqueza en el museo arqueológico de El Cairo. Por eso, y porque era pequeña, no entramos a verla.
Era curioso ver a los egipcios trabajando en otras tumbas recientemente descubiertas, sacando tierra con mucho cuidado con carretillas, vestidos un poco como en las películas cuando se les ve haciendo esto mismo. Muy curioso de ver.
Al poco rato ya apareció el guía con los rezagados y nos fuimos todos de nuevo a montar al trenecito que nos dejaría de nuevo abajo en el edificio de los tickets. Fuimos al baño y de ahí al autobús, eso si, pasando por el medio de todos los vendedores de la zona.
La siguiente parada era el templo de la única mujer Faraona de la historia, Hatshepsut. A escasos 5 minutos del Valle de los Reyes y prácticamente reconstruido en su totalidad, era bastante bonito y considerado ya Patromonio de la Humanidad, gracias a lo cual, la UE estaba ingresando mucho dinero para su reconstrucción y parte del templo adyacente. Lo más curioso de este, era que al final del todo, había una sala escabada en la roca, donde había una puerta cerrada por una banda, pero eso sí, si le dabas dinero al egipcio de turno, cogía tu móvil y se metía en la sala a hacerte la foto con el móvil, lamentable del todo.
Ahora en nuestro regreso al río, nos tocaba ir a visitar los Colosos de Memnon, justo enfrente del mortuario de Amenhotep III, que por desgracia estaba todo derruido. Pero antes de llegar hasta aquí con el autobús, pudimos ver a ambos lados de la carretera cientos de tumbas y temlos más, como: Ramesseum, Amenhotep II, Thutmose III, las tumbas de los nobles (que se cuentan por mas de 415 de personajes honorables adyacentes al faraón) |
Seguimos en dirección al río Nilo, porque en lugar de dar toda la vuelta para llegar al templo de Luxor que nos llevaría 45min, íbamos a coger un bote-taxi que nos dejaría en el otro lado en menos de 5 minutos, mientras el bus hacía todo el recorrido.
Como siempre nos tocó esperar a que los chinos cogieran su barco para luego nosotros poder subir en el siguiente. Era un pena porque el río ya se veía que estaba lleno de basura por todas partes. Luego se quejan de que los países anteriores por los que pasa el río les corten el agua.
Al llegar a la otra orilla, sólo teníamos que caminar para llegar al templo porque, sorpresivamente éste se encontraba en pleno centro de Luxor, con tráfico pasando por ambos lados. El guía nos dío las entradas, pasamos el arco de seguridad y para dentro. Lo malo era que teníamos una excavadora en la entrada moviendo tierra, ¡qué oportunos!.
Empezamos la visita justo enfrente de estos 2 colosos y de ahí nos adentramos por el pasillo central. Dentro del mismo, justo en el centro tenía una mezquita que lo hacía peculiar, porque son de épocas muy diferentes. Lo más divertido fue que mientras explicaba el guía, Rhea se dedicaba a hacerse fotos con todos lo niños egipcios que estaban por la zona con los móviles.
De aquí regresamos al autobús, y de nuevo la pregunta clave, ¿quién quiere ir a Karnak de nuevo (pagándolo tú claro está) acompañando a los que todavía no habían ido? o volver al crucero y dar el día por terminado en Luxor. Nuestra decisión fué fácil, nos volvemos al crucero.
Al llegar al crucero yo me fui a dormir una siestaca porque me dolía la cabeza un poco, mientras que Rhea se fue a la terraza del mismo a tomar el sol junto a la piscina.
No comments:
Post a Comment