Sunday, April 8, 2018

Philippines 08A - Las cabañas beach

L A S   C A B A Ñ A S   B E A C H

Anoche habíamos caído totalmente rendidos en la cama, especialmente yo con mi dolor de cabeza del viaje en furgoneta. Eran las 6.50 y ya nos estábamos levantando, aunque parecían las 11am con el calor que cascaba ya y la luz que entraba. Como el desayuno era hasta las 9.30am, nos preparamos un poco y nos bajamos al hall del hotel donde lo servían.

Más de lo mismo en El Nido, es decir, partes dulces, partes saladas, con sus salsas, tortillas a la carta, zumos de bote...vamos que nos pusimos finos como siempre. Cuando acabamos nos volvimos a la habitación a vestirnos en condiciones y a preparar las mochilas para irnos a la playa que estaba justo al lado del hotel.
Cuando llegamos a la playa, como se puede apreciar en la imagen, no había más que embarcaciones por todas partes listas para salir en los tours. No era una playa para bañarse, al menos los de fuera. Sí que había gente tomando el sol en la playa, pero bañándose solo estaban los niños locales.

Nos dimos un paseo por la playa hacia el este y empezamos a ver que por todas partes vendían bolsas estáncas para los tours y nos quedamos con un chico aprendiendo cómo funcionaban y tal. No era mala idea y teníamos que conseguir una. Al llegar al final de la playa, como vimos que no tenía mucha vida nos salimos a la carretera general por un callejón, y empezamos a pensar dónde sería mejor ir. Teníamos dos playa en mente, la playa de las Cabañas (a 15 minutos) y la de Nacpan a más de 40 minutos.

Es fácil adivinar cuál fue nuestra elección, ¿no? eran solo 15 minutos en triciclo y encima leyendo por internet ya sabíamos incluso lo que nos iban a pedir por llegar a ella, unos 150php (muy razonable).
Hubo momentos de tensión durante el trayecto porque parecía que la moto no podía con nosotros al subir las cuestas, jejeje, parecía que le iba a explotar el motor.

A todo esto, mientras tanto el chico nos intentaba vender ir a 20 sitios más durante nuestra estancia como se puede ver en la foto. Tenía para todos los tours posibles.
A los 20 minutos de salir de la playa de El  Nido nos dejó frente a unas escaleras donde ya había muchos triciclos más esperando. Bajamos las escaleras y nos metimos de lleno en la playa de Las Cabañas.

A esa hora de la mañana apenas había gente y encima la playa no estaba muy desarrollada en cuestión de hoteles. Tenía un par de hoteles con sus bares correspondientes, pero el resto era playa sin más. Nosotros fuimos paseando hasta el final de la misma y nos quedamos junto a un resort con el mismo nombre que la playa.

La zona estaba mucho más chula porque al final de la playa había como un islote que dividía la misma en dos zonas. Además el fondo que se veía era como estar rodeado de montañas, aunque en realidad eran islas independientes superpuestas unas encima de otras. Al principio dejamos las toallas tiradas en la arena con las mochilas y nos metimos al agua.

La temperatura del agua era excelente aunque en algunas zonas estaba lleno de rocas y hacía daño al pasear por ahí. Lo único malo a destacar fue el impresionante viento que se levantó ese día en la playa. Cuando volvímos a las toallas ya casi no se veían de la cantidad de arena que tenían encima movida por el viento. Aquí fue donde vimos la oportunidad de explotar nuestro gitaneo, o eso pensamos en un primer lugar.
Aunque esta imagen corresponde al final de la playa, justo al girar a la izquierda, se ve que tiene unas cuantas sillas del resort. Pues en el otro lado tiene también tumbonas de madera que nosotros pensamos eran del resort solamente.

Bueno pues cuando el viento empezó a golpear tan fuerte, decidimos poner nuestras cosas encima de dos tumbonas a ver si alguien nos decía algo, pero sin sentarnos ni nada, solo las mochilas.
Como vimos que nadie decía nada nos tumbamos y ahí nos quedamos durante horas. Es mas, gente que venía detrás de nosotros empezó a hacer lo mismo. Se estaba super agusto y encima teníamos justo encima una tirolina de casi 2km de larga desde la cual no dejaba de lanzarse gente. A Rhea se le encendió la bombilla porque también quería probarlo. Yo me ofrecí, pero por la tarde mejor.

Sobre las 11am me tuve que levantar de la tumbona e ir al bar del resort a pedir un zumo porque me estaba achicharrando vivo ahí tumbado, y eso que teníamos crema del 50 por casi todo el cuerpo. La idea de meterse al agua era tentativa pero el problema era que, al salir del agua, con el viento tan fuerte, acababas como un filete rebozado en arena en 2 segundos.

Entre sol y sombra aguantamos hasta las 12 del mediodía, momento en el que yo me adelanté y busque una mesa para poder comer en el bar del resort.
Casi sin querer encontré el mejor sitio que hacía esquina con vistas al mar, y detrás de unos paneles de plástico que habían bajado para evitar la arena movida por el viento.

Yo me pedí un plato de pasta carbonara y setas que se acabó comiendo Rhea, y ella pidió arroz frito con huevo y verduras, que me acabé comiendo yo :DD
Estuvimos casi hasta las 14h ahí sentaditos descansando, retocando fotos y bebiendo mucha agua, que era necesaria. Justo después nos volvimos a las tumbonas donde habíamos dejado las toallas, pero el sol pegaba todavía demasiado. Yo me senté en un banco de bamboo a la sombra mientras Rhea sacrificaba su piel al sol. Poco le duró la jugada, porque de repente aparecieron de la nada como 15 mini embarcaciones a vela que se pararon justo en la misma playa a escasos 2 metros de neustras tumbonas.

La mayoría eran franceses, y mira por donde, no sé por qué en este viaje, cada vez que había alguna mierda de estas, siempre eran franceses dando por c**o. Digo dando por ahí, porque una incluso se bajo del barco y fue directa a la tumbona de Rhea y se secó con su toalla, así sin preguntar ni nada...pero lo peor no era eso, lo peor es que hacía tanto viento, que más de una embarcación se volcó, cayendo casi encima de la tumbona de Rhea, que por suerte ya no estaba tumbada, sino depié en la orilla del agua. Mientras tanto los franceses en un bar tomándose unas birras tranquilamente.

Después de esto pensamos que lo mejor era irnos a la tirolina directamente y probarla. Parecía que estaba cerca, aunque no teníamos claro cómo se llegaba a la parte de salida. Nosotros veíamos más o menos de donde salía la gente, pero se perdían los cables entre los árboles. Inicialmente caminamos hacia atrás como si fuésemos a salir de la playa, y de repente vimos un cartél que decía "Zipline" a la derecha.

Nos metimos por ahí y un local que estaba ocioso nos enseño el camino entre casas, árboles, y demás historias. Habría sido casi imposible acertar si no te lo dicen. Eso si, el final era una cuesta de (no exagero) 40% de desnivel al menos, de tierra y con un sol que cascaba como nunca en la espalda. Nuestro pobre sherpa nos abandonó a mitad de camino sudando y nos indicó por donde seguir. Ya no tenía pérdida, era todo recto y encima ya se veía a la gente haciendo cola.
Nos tocó esperar un poco, y eso a Rhea le empezó a poner nerviosa. La verdad que no era para menos si no lo has hecho nunca en la vida, y es que mira en la foto de la derecha la caída que había. Primero se lanzó una pareja, luego una familia con niños pequeños y ahí fue cuando empezamos a equiparnos con el casco y el arnés.

Después te suben a la plataforma de madera que tiene Rhea delante y te enganchan a las cuerdas. Pero no podía ser tan rápido y tuvimos que esperar a que trajeran nuevos enganches, porque las cuerdas que te sujetan se van contigo y alguien tiene que traerlas. Tras unos 15 minutos esperando en total, nos tocaba el turno.

To estaba nervioso pero no quería pensar demasiado, sin embargo la cara de Rhea era un poema. Le engancharon las chanclas a la espalda, la estiraron hacia atrás para coger impulso y BOOM !!! salió como una flecha de la plataforma. A los pocos segundos me soltaron a mi, y digo soltaron porque con mi peso y talla no podían hacer mucho más o me golpearía contra el suelo :D :D ¡¡gordo!!

Fueron escasamente 120 segundos, 1.4km de distancia de auténtico subidón de adrenalina en el cuerpo. Al principio sales de una plataforma en lo alto de una colina, al vacío más absoluto. Vas por encima de palmeras enormes y encima yo, no sé si por el peso de mi mochila o qué, no hacía más que girar sobre. Rhea iba mucho más estática y así se ve en los vídeos que grabamos. De hecho, no sé si por el peso o qué, yo tuve que hacer un esfuerzo por parar e incluso tuvieron que activar el freno de emergencia porque no paraba nunca. Rhea se quedó a unos 10 metros del final, jajajaja, no consiguió llegar y tuvieron que ir a buscarla.

Como anécdota queda el hecho de que el chico que te pone los arnés se pone a hacerte bromas del estilo - ¿es tu primera vez? la mía también , ja ja ja - y cosas así. Por otro lado, aquí tengo que dar la razón a Rhea cuando dijo que era mejor por la mañana porque el sol pegaba desde encima y el vídeo se vería mucho mejor.

Tras el chute de energía que nos metimos, tocaba bajar de la plataforma e ir caminando por el agua desde este islote a la playa del resort de antes. Era un camino de apenas 50 metros, pero donde chocaban las aguas de ambas playas. Como Rhea tenía la sandalia medio rota, parecíamos monguers caminando por la luna, despacito, despacito.
Esta es la cara de relax que se me quedó tras bajar del Zipline.

Ya no quedaba mucho que hacer así que nos pedimos otro zumo y agua nos quedamos un rato hasta que bajó el sol.

Cuando ya estaba muy bajo pusimos rumbo hacia la salida de la playa. Ahí empezamos a ver como todos los bares de la playa tenían sus hamacas y tumbonas preparadas para que todo el mundo hiciera sus fotos al sunset.
Llegamos incluso a ver un dron volar por ahí, pero no me atreví a sacarlo con tanta gente alrededor y nos salimos de la playa. Al subir las escaleras y llegar al final, yo creo que habría unas 100 motocicletas esperando para llevarnos al hotel. De nuevo pagamos 150php y nos dejó directamente en la puerta aunque esta vez sin problemas en las cuestas, porque nos tocaba bajarlas en lugar de subirlas.

Pensamos que la ducha estaría arreglada pero seguía saliendo agua fría. Menos mal que hacía calor y era verano, porque sino morimos. La TV seguía sin funcionar e internet era una patata. A todo esto habría que sumar el hecho de que necesitábamos dinero en efectivo como fuese y teníamos que ir todavía a un cajero.

Sobre las 19.45 salimos del hotel a cenar previo paso por un cajero. El único cajero de la zona estaba en nuestra misma calle, pero a unos 10 minutos andando en línea recta. Cuando llegamos había gente intentando lo mismo, pero no funcionaba ninguno, ¡¡ SHIT !! pensamos que si no teníamos dinero no podríamos pagar el tour del día siguiente. Nos fuimos directos a la tienda del tour, al Kraken.

A medida que nos adentrábamos en la zona de hoteles se escuchaban más y más motores. Nosotros en un primer lugar no sabíamos que era, y nos dimos cuenta que eran generadores enormes, de tamaño camión, funcionando a todo trapo porque se había caído la luz en todo El Nido. Parece ser que es algo habitual, que cuando llega la noche se vaya. Ahí nos dimos cuenta que sin luz los cajeros no funcionarían y por tanto, por eso estaban apagados esa noche.

Hablamos con la chica del Kraken, nos dijo que sin problema, que podíamos pagar al día siguiente o por PayPal. Sin más preocupación nos fuimos a cenar a un sitio en la playa llamado Sava Beach Bar.
La comida tampoco era nada fuera de lo normal, aunque aparentemente tenía muy buena pinta.

Además teníamos música en directo gracias al local de al lado, jeje.

Conseguimos una mesa en la arena y ahí nos apalancamos. Era mi primera comida con Cola Zero creo, de todo el viaje...porque no había básicamente.
Desde aquí nos fuimos directamente al hotel a descansar con nuestro aire acondicionado y ventilador. Internet ya ni lo intentábamos, porque además nos dimos cuenta que por la mañana, cuando todo el mundo está durmiendo, las antenas de telefonía están más despejadas y nuestro 3G/4G va mejor.

TIPS:
  • Hay un solo banco en toda la zona de El Nido aunque te digan que hay mas.
  • Internet va muy mal durante todo el día. Con suerte 3G te dejará mirar el correo.
  • Los mejores restarurantes son las pizzerías.
  • Tours del Kraken son mil veces mejor que el resto, aunque más caros.

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